Se cumplen ahora 160 años de la primera cobertura sistemática de un conflicto bélico: la guerra de Crimea (1853-1856), una guerra entre Rusia y una coalición de turcos, franceses e ingleses. La situación que se vive hoy en día en Ucrania nos hace recordar pasadas campañas y situaciones políticas, de entre las que habría que destacar tanto la Guerra de Crimea como el enfrentamiento entre nacionalistas ucranianos y rusos durante la Revolución de Invierno en 1917. Crimea es, en la actualidad, el escenario de las tensiones entre occidente y Rusia, lo mismo que hace 160 años.

Roger Fenton: Tiendas de campaña del Regimiento número 33
Pero Crimea no es sólo el escenario del conflicto entre Ucrania (y sus aliados de occidente) y Rusia, ésta región es el origen de los primeros reportajes de guerra o fotoperiodismo. La guerra de Crimea fue la primera guerra que fue registrada por fotógrafos de un modo casi sistemático.
Primeros reportajes de guerra
El primer fotógrafo de la Guerra de Crimea es Carol Szathmari (1812-1887), del cual hay pocas fotografías. En el primer año de la guerra ruso-turca, más tarde conocida como la Guerra de Crimea (1853-1856), Szathmári decidió llevar su cámara al campo de batalla. Utilizó un carro especialmente equipado con un cuarto oscuro para el procesamiento de las placas de vidrio con colodión húmedo, yéndose a las orillas del Danubio y otros lugares para documentar la guerra. Además de paisajes, fortificaciones y campos de batalla, fotografió a diversas tropas, tanto turcas y rusas, como a sus oficiales al mando. Expuso sus fotos, encuadernadas en un álbum, en la Exposición Universal de París de 1855. Como las fotos de Szathmári fueron las primeras imágenes de la guerra, anteriores incluso a la gran colección de fotografías tomadas casi un año después por Roger Fenton, su álbum fue muy elogiado y le hizo entrega de varios premios. Por desgracia las copias que podrían haber sido almacenados en el estudio del artista desaparecieron en 1944 cuando Bucarest fue bombardeada y la casa de Szathmári, con toda su colección, fue destruida.
Sin embargo, es otro fotógrafo, el inglés Roger Fenton (1819-1869), mucho más conocido entre nosotros por haber llegado hasta nuestros días sus documentos excepcionales. En febrero de 1855 Fenton marchó a la Guerra de Crimea por encargo del editor Thomas Agnew y también bajo el patronato de la Secretaría de Guerra de su Majestad, su trabajo era el de producir la documentación fotográfica de la guerra de Crimea y de ese modo determinar el estado de las tropas británicas. Fue financiada por el Estado a cambio de que no mostrara los horrores que provocan los conflictos bélicos, así conseguía que los familiares de los soldados y la ciudadanía no se desmoralizaran.
Fenton llegó a Balaclava el 8 de marzo y permaneció allí hasta el 22 de junio. Como hemos apuntado anteriormente, es probable que las fotografías resultantes pudieran haber sido destinadas a compensar la impopularidad general de la guerra entre el pueblo británico, y para contrarrestar la presentación de informes en ocasiones crítico del corresponsal de The Times, William Howard Russell. Las fotografías iban a ser convertidos en planchas de madera y publicadas en el periódico Illustrated London News, un diario menos crítico con la guerra. Fenton tomó a Marcus Sparling como asistente fotográfico, un sirviente llamado William y un coche de caballos grande para guardar el equipo.

Carreta del equipo fotográfico de Robert Fenton
Fenton se vio obligado a trabajar bajo severas dificultades impuestas no solo por los imponderables de la guerra y los extremos del clima, sino también, y de manera significativa, por las limitaciones de su equipo y el proceso que se utilizaba. Fenton utilizaba cámaras de gran formato de placa de cristal y colodión húmedo, un proceso que requiería tiempos de exposición largos – hasta 20 segundos o más. Por otra parte, cada placa tenía que ser sensibilizada inmediatamente antes de la exposición y revelarla inmediatamente después, antes de que la emulsión se secase, lo que exigía el uso de alguna forma de cuarto oscuro móvil. En el caso de Fenton adoptó una carreta de un comerciante de vinos reconvertida, lo que, por desgracia, también demostró ser un objetivo muy tentador para la artillería turca. Las exposiciones eran muy lentas, la preparación química y el rebelado se tenían que realizar in situ, y todo esto requería llevar mucho material encima, lo que impedía hacer ninguna instantánea. Por eso, las imágenes que nos han llegado de estos primeros conflictos bélicos son retratos de oficiales y escenas de campamento estáticas.
En estas circunstancias, hubiera sido imposible para Fenton haber capturado algunas escenas de combates reales – incluso si hubiera querido hacerlo. De hecho, tiene mucho valor lo que hizo – más de 300 fotografías mostrando los paisajes de los campamentos, retratos de los comandantes y soldados, panoramas de los lugares de las batallas y cuadros vivientes cuidadosamente planteados – y el comienzo de una larga tradición de «escenarios» e imágenes de la guerra. Fenton no mostró escenas de muerte real, aunque sus cartas y sudiario revelan que vio muchos ejemplos de los horrores de la guerra. Técnicamente, no había ninguna razón por la que Fenton no podría haber fotografiado este tema. Sin embargo, la guerra de Crimea fue extremadamente impopular entre el público británico y la prensa, y el gobierno creía que las fotografías de Fenton podrían contrarrestar los informes negativos de la mala administración militar.
Teniendo en cuenta las preocupaciones de los reales clientes de Fenton, junto con la necesidad de crear imágenes que tuvieran algún valor potencial comercial, no es de extrañar que optase por no registrar el horror de la guerra. Por esta causa algunos críticos no consideran a Fenton como un verdadero fotógrafo de guerra.

El valle de la sombra de la muerte , 1855, Roger Fenton, La Real Sociedad Colección fotográfica en el Museo Nacional de Medios
«El Valle de la sombra de la Muerte» es la fotografía más famosa de Fenton, y una de las imágenes más conocidas de la guerra. Su título está tomado del Salmo 23 de la Biblia, que también fue evocado en el famoso poema de Tennyson La carga de la brigada ligera. La Carga de la Brigada ligera fue una desastrosa carga de caballería, dirigida por lord Cardigan en el curso de la Batalla de Balaclava el 25 de octubre de 1854. El nombre «El Valle de la sombra de la Muerte» lo popularizaron los soldados británicos que escribían a sus casas relatando la tragedia de dicha batalla.
Tal como hace hincapié Susan Sontag en su libro “Ante el Dolor de los Demás”, es inquietante atestiguar como, en los más de 300 cliches que realizaría Fenton, no aparece un solo cadáver. Es el menos sangriento de los registros de guerra que se hayan producido jamás, cuando, en realidad, se trató de una de los enfrentamientos bélicos más violentos que haya sufrido europa antes de las grandes guerras. Ya desde una época tan temprana, el ejemplo de Fenton nos demuestra que la promulgada objetividad fotográfica, es ante todo una actitud ética y que incluso se independiza de las intenciones y de los propósitos del fotógrafo.
Desde un punto de vista estético estas fotografias muestran claramente la situación de la fotografia en aquella época, las características formales pertenecientes al uso de un medio todavía por desarrollar en lo que se refiere a la captura de los tiempos de exposición cortos. En aquellos momentos el contraste entre el estatismo de aquellas fotografías y la movilidad de los dibujos realizados contemporáneamente en el campo de batalla y sobre el mismo tema, probaba la mediación del elemento técnico como conformador de una estética clara, y mostraba la diferencia entre los dibujos y las fotografias era bastante notable. «Al comparar estas obras – ha dicho Roman Gubern- , diríase que la fotografia en los grandes planos generales tendía a asumir la función tradicional de la pintura paisajista al óleo, mientras que paradójicamente el dibujo tendía a suplir la incapacidad instantánea de la naciente fotografia haciéndose reportaje de acción».
Fuentes: All worls warrs, National Media Museum
Fotografías: The Royal Photographic Society Collection at the National Media Museum