El carajillo es una bebida que combina café con una bebida alcohólica, normalmente aguardiente de orujo, brandy o ron. Es típica de España y su origen se remonta a la época en la que Cuba era española y los soldados combinaban café con ron para coger «corajillo», de coraje, y de ahí, carajillo. Otras fuentes citan que en la estación de Francia de Barcelona los arrieros que esperaban el turno de carga, en lugar de pedir café y copa, pedían que se lo mezclaran, por «que ara guillo» en català Cigaló. De ahí el apócope «caraguillo» y su posterior desviación fonética. En Mallorca se conoce el carajillo como «Rebentat» (en catalán: Rebentado, Explotado, Estallado).
Si bien existe controversia, como en cualquier receta, parece que la opción más aceptada es la que combina la bebida espirituosa junto con un trozo de piel de limón, unos granos de café, un pedazo de canela en rama y azúcar. Una vez quemado el conjunto, se añade el café, preferiblemente café expreso.
La forma más común del carajillo como bebida es una combinación de café y brandy. La proporción de alcohol y café también es diferente según la zona geográfica, por ejemplo en Cataluña se utiliza poco café y un alto porcentaje de alcohol, mientras que en localidades de Castilla y León, la cantidad de café es mayor y el alcohol suele calentarse hasta hervir antes de mezclar con el café.
Desde el 2001 se conoce con el apodo «Bin Laden» a aquel carajillo hecho de café y Brandy de la marca Torres. El motivo se debe a que en Mallorca se conoce el carajillo como «Rebentat«, que genera un juego de palabras: «Rebentat de Torres» (en catalán: Explosión de Torres).
¿Podríamos exportar este patrimonio cultural a los países anglosajones? Supongo que es cuestión que alguno de nuestros grandes cocineros lo introduzcan en su carta, por ejemplo, lo podría hacer Jose Andrés en sus restaurantes de Washington y Los Angeles. Os dejo el enlace a las webs de sus restaurantes «Jaleo» y «The Bazaar» para animarle o sugerirle nuestro apoyo a esta magnífica idea.
Fuente: Wikipedia