Los arquitectos Crosson, Clarke y Carnachan se han ganando una excelente reputación como constructores de viviendas sostenibles en zonas ecológicamente sensibles, como es el caso de la Great Barrier Island, en Nueva Zelanda. Esta casa funciona con energía solar, y está rodeada de árboles de especies nativas como los puriri o los Blackwoods. La casa se abre completamente a un entorno verde, proporcionando una amplia luz natural con ventilación cruzada, así como el sabor inigualable de la tranquilad que se respira en la isla.
La casa familiar está elevada para protegerse contra las inundaciones y construida en madera proveniente de una empresa de maderera sostenible. La Casa de la Gran Barrera es cómoda tanto en verano como en invierno. A pesar de su diseño abierto, los paneles de cristal de las fachadas garantizan un aislamiento decente aun cuando la temperatura del disminuye en el exterior.
La casa está totalmente alimentada por energía solar – hasta nueve personas han utilizado sus ordenadores portátiles y otros aparatos electrónicos sin tener que encender el generador de reserva. También genera agua caliente para toda la casa. La conservación y reutilización del agua fue tomada muy en serio en el diseño y el agua de los sistemas de riego de la propiedad se vuelve a reciclar.
Fuente: Inhabitat
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