grafico-coche-eléctrico

¿Cómo se puede obtener más potencia de un coche eléctrico que la que su batería principal puede ofrecer? Es sencillo, el truco está en convertir toda la carrocería del coche en una batería, extraer energía de cada rebote de su sistema de suspensión, y a la vez, también succionar la energía de la superficie de la carretera.

Estas son las pautas que se están tomando para la construcción de un coche de carreras eléctrico capaz de alcanzar los 320 kilómetros por hora por un consorcio del Reino Unido. Su objetivo es perfeccionar la tecnología en una multitud de nuevos vehículos eléctricos (EV) para transferirlos posteriormente a los coches de carretera. Dirigido por Drayson Racing Tecnologies de Oxford y Lola Cars de Huntingdon, el consorcio de 10 empresas también incluye pesos pesados de la industria aeroespacial como BAE Systems de Warton, Reino Unido, y de la teléfonía móvil como Qualcomm de San Diego, California, pionera de la tecnología 3G. Su objetivo es mejorar la autonomía de los vehículos eléctricos actuales , dice líder del consorcio Paul Drayson, que está limitado normalmente a unos 160 kilómetros (100 millas).

La primera manera para mejorar la autonomía es liberar a la batería principal del vehículo de las tareas auxiliares, como los faros. BAE Systems posee la tecnología de una «batería estructural» que permite que las secciones de la carrocería de fibra de carbono suministren energía. «Están hechos con panales de fibra de carbono rellenos con una solución que les da la capacidad de almacenamiento de energía de una batería», dice Julian Solé, jefe de diseño de Lola Cars. «Su ventaja es que pueden adquirir cualquier forma.»

La batería estructural está integrada en la parte trasera del coche, pero no hay límite para convertir la totalidad de la superficie del vehículo en baterías.

La tecnología de la energía-basura (energy-scavenging) proviene de la empresa Multimatic de Rockingham, Reino Unido. Esta empresa ha conseguido aprovechar el movimiento hacia arriba y hacia abajo de la suspensión del coche para generar electricidad en movimiento. Esto carga un condensador, cuya descarga se puede utilizar para propulsar el coche o fuerza para superficies aerodinámicas móviles, proporcionando a este concepto de vehículo un agarre en carretera con carga aerodinámica. El sistema refleja el modo de frenado regenerativo en los vehículos eléctricos e híbridos conseguido a través de la deceleración, en vez de perderlo en forma de calor.

Mientras tanto,  Qualcomm con sede en Londres, que ha desarrollado la tecnología del halo inductivo de transferencia de energía, dirige sus esfuerzos a otro obstáculo importante para el vehículo eléctrico (EV): la carga de la batería principal.

HaloIPT ha desarrollado una alfombrilla con almohadillas llenas de bobinas de cobre, -una en el coche, otra en la carretera- que transfiere energía de forma inalámbrica al coche a través de la inducción electromagnética. Un portavoz de HaloIPT afirma que el sistema es eficiente en un 92% .

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=YB-jGZrpEG4[/youtube]

Drayson quiere poblar los bordes de los circuitos con estas pastillas, para cargar  los coches de la pista durante las carreras. Este tipo de tecnología de carga innovadora, diseñada para mantener este concept-car volando alrededor de la pista, inevitablemente tendrá aplicaciones más amplias. «La nueva generación tecnológica que estamos mostrando en las carreras de coches electricos sorprenderá a la gente cuando llega a los coches de carretera», promete.

Via New Scientist

Pin It on Pinterest