The Chameleons
Mark Burgess (voz y bajo), Dave Fielding y Reg Smithies (guitarras) y John Lever (batería) fundaron The Chameleons: uno de los paradigmas de bandas de After punk / New wave que merecieron mayor reconocimiento y nunca llegaron a tocar el cielo del éxito en un mundo más justo. De aquella época, sólo The Sound les superan en mala suerte y méritos no reconocidos a tiempo.
Originarios de Manchester, después de una cortísima estancia en Epic editaron su primer álbum «Script of the bridge» para el sello indie Statik en 1983. Una joya oculta de pop-rock con toques de psicodelia y tensión punk que vendió menos que un helado en el Polo Norte. Apenas 2 años después le siguió «What does anything mean? Basically» también para Statik, trabajo que seguía explorando la línea del anterior. Con sólo dos discos ya habían dejado un legado impresionante con temas como «Nostalgia», «Up the down scalator», «Second skin», «Monkeyland»… sus discos no tenían ni un minuto de relleno.
La discográfica Geffen vió el potencial de la banda y, como el hombre tiene que tropezar dos veces en la misma piedra por genética, consiguieron que los Chameleons volvieran a los brazos (y los dólares) de una multinacional. Allí despacharon el impresionante «Strange times» (1986). Temazos como «Tears», «Swamp thing» o «Mad Jack» no salvaron a la banda de la desaparición y el (inexplicable) fracaso comercial.
Durante los 90, los miembros de la banda se enfrascaron en oscuros proyectos (Mark Burguess & The Sons Of God, The Sun & The Moon, The Reegs…) que no conseguían ya llegar a la excelencia que destilaban cuando tocaban juntos. Así, el nombre Chameleons fue referencia obligada y de culto entre cualquier coneisseur del pop oscuro de los 80. Los títulos de piratas y grabaciones no autorizadas iban apareciendo de vez en cuando para calmar la sed de los más completistas… hasta que a principios de 2000 se reunieron por sorpresa para celebrar el cumpleaños de uno de los miembros de la banda. Lo que iba a ser un único bolo para los fans más acérrimos se convirtió en una gira por Inglaterra y la gira inglesa en una gira europea de lo más resultona.
Envalentonados y con el hacha de guerra dos metros bajo tierra, se liaron la manta a la cabeza y volvieron a trabajar juntos… sólo para acabar peleados entre ellos de nuevo y con tres ó cuatro lanzamientos que no hacen justicia de ninguna manera al impresionante legado de sus tres primeras obras maestras.
Os dejo con una selección de temas de este curioso grupo que me llegó al alma cuando residía en Madrid y los descubrí gracias uno de los elementos de Illana.
Dedicado a mi colega del After-Punk, Arturo; espero que todo mejore. … Strange times
Hola Savinio, un gusto el saber que tenem0s «amigos» como tú que comparte el gusto por bandas como The Chameleons. Y tienes razón en lo de Manchester… las mejores bandas han surgido de esa ciudad gris, industrial y que motivaron a toda una generación de artistas que han influenciado en la escena musical… Compartamos información!!! Un abrazo desde Lima, Perú!!!
Gracias por tus comentarios Jorge.
Enhorabuena por la entrevista a Mark Burgess en vuestra Web. Para el que quiera leerla íntegramente: http://subterock.com/the-chameleons-mark-burgess/
Os sigo
Breve pero excelente artículo de una de mis bandas favoritas de todos los tiempos. Gracias por los datos. Saludos desde Lima…
Estimado Luis:
Gracia por tu comentario.
Por lo que se refiere a la industria de la música, Manchester fue la fuente de más impresionantes talentos musicales en los años 80-90. The Stone Roses, lnspiral Carpet y Happy Mondays elevaron el nivel musical de la ciudad. La última vez que brotaron tal cantidad de bandas de guitarra en esta lluviosa ciudad fue a mediados de los años ochenta, cuando abrieron camino los Smiths. Escondidos y detrás de ellos había otras bandas de gran talento como Easterhouse, James y The Chameleons. Después, la sequía… o es que nos hacíamos mayores y lo que aparecía nos sonaba demasiado, se repetía…
Agradecido por compartir el gusto por un grupo minoritario pero con el que he disfrutado como un niño.
Saludos desde la otra orilla del Atlántico