Tjalf Sparnaay es un pintor hiperrealista que trabaja en Hilversum, Holanda. Su educación artística ha sido autodidacta logrando gran éxito a partir el año 1987, momento desde el que ha estado trabajando en su obra buscando permanentemente nuevas imágenes que nunca hayan sido pintadas con anterioridad. Lo que él llama Megarealismo forma parte del Hiperrealismo, movimiento de arte contemporáneo del cual Sparnaay es considerado uno de sus mayores exponentes.

Fried-Egg

Los obra de Sparnaay se sitúa a caballo entre la pintura clásica holandesa por su cercanía a la belleza de lo cotidiano y la pintura hiperrealista americana por su técnica. Sus temas son triviales; elige objetos de uso cotidiano, de usar y tirar, como latas de Coca Cola deshechadas, bolsas de patatas con mayonesa, frutas, una tarjeta postal envuelta en plástico, etc… y los amplía a gran tamaño, aislándolos de cualquier otra referencia.

La fotografía es el punto de partida de su obra. La pintura hiperrealista busca una precisión casi fotográfica, una reproducción fiel de la escena a retratarse. Las pinturas dan la impresión de ser fotos gigantes. Pero para que parezcan fotos, el pintor debe tener un extraordinario manejo de la técnica. Debe dibujar de manera excelente y dominar a la perfección técnicas de perspectiva y puntos de fuga. También debe cuidar mucho las proporciones, las luces, los reflejos y las sombras, pues en esas áreas se apoya el parecido de la pintura con la fotografía. Por otra parte, existe un contraste entre el objeto ampiado y aislado y la técnica pictórica usada; no hay huellas de pinceladas y el artista parece estar ausente; los cuadros se cubren con una fina capa de pintura, aplicada con pistola y pincel, siendo raspada si es necesario, con una cuchilla para que no quede ningún relieve, ninguna materia.

tjalf-sparnaay

«Espero que mis cuadros permitan al espectador tener una nueva experiencia de la realidad, descubra de nuevo la esencia de las cosas, su ADN como estructura universal, en toda su belleza. Yo lo llamo la belleza de lo cotidiano contemporáneo.» Son palabras de un artista evidentemente. Pero, no nos engañemos, lo que  Tjalf Sparnaay nos muestra no dejan de ser imágenes o representaciones de la retórica del consumo, simulacros pulcros y ordenados, plastificados, perfectos para la estética minimalista y postmoderna de nuestra civilización. Su concepto de belleza de lo cotidiano apunta a los centros de comida fast-food, de la que dudo que coma. Sus productos son simulacros amplificados encadenados a la autocomplacencia de la imagen imperante en nuestra sociedad, en la que prima el formalismo frente a la cualidad de las cosas. El hiperrealimo nos dice eso, sólo para tus ojos, no tocar. El ojo hipertrofiado de la técnica emascula el resto de los sentidos. Un ejemplo de esto sería el cuadro de abajo «Bol de ensalada«. Una excelente y verídica representación de los principales ingredientes de la ensalada en el interior de un bol de cristal. ¿Pero os habéis dado cuenta que falta algo? ¿No le falta el aliño? El aceite, vinagre y sal por lo menos, la vinagreta mediterránea, el pringue… Todo eso tan neceario para que que el conjunto de alimentos queden integrados respetando el sabor de cada producto. Pero claro, eso mancha, pringa, ensucia… En fin, ¿te puedes fiar de alguien que no pone aceite en las ensaladas?…

salad-bowl

Pin It on Pinterest