Bosque de hayas | Fotografías de Oskar Zapirain
Bosque de hayas en el parque natural Aiako Harria, Oiartzun, Gipuzkoa
Oskar Zapirain es un fotógrafo vasco y amante de la montaña que se siente atraído por los bosques que rodean a Oyarzun, un pueblo de Guipúzcoa. Sus fotografías nos muestran unos hayedos cubiertos por una densa niebla entre el follaje verde y con un ligero contraste del mismo tono del musgo que cubre el suelo. Zapirain se siente atraído por este tipo de paisaje, en el que la niebla genera una luz homogénea y una atmósfera misteriosa y mística.
La Fotografías de Oskar Zapirain
Oskar Zapirain explica en una entrevista para la web Cómo la hice que esta foto (la primera del post) “fue tomada el 30 de mayo de 2013 en Oianleku, un bosque que está dentro del parque natural Aiako Harria en Oiartzun, Guipúzcoa. Es un lugar que visito a menudo porque tiene árboles muy curiosos, como el que muestra la fotografía, con su rama que sale hacía un lado como si fuera un brazo.”
“Estos árboles se llaman hayas trasmochas y son especiales y mágicos. Los carboneros, hace muchos años, en lugar de cortarlos los podaban para hacer carbón que iba dirigido a la industria naval”, explica el autor, para añadir luego que más que un bosque, Aiako Harria es como un museo lleno de monumentos naturales, testigos de una cultura y una forma de vida ya desaparecida.
“Hay luces que emocionan y esta imagen es importante por el ambiente y la luz que tiene, por las sensaciones que transmite, por el momento que presenta. Cuando visito este bosque no acostumbro a pensar qué foto quiero hacer. Todo depende la luz y la atmósfera que se respire en aquel momento, que te lleva de un lado a otro. Aunque ciertamente este árbol siempre recibe mi visita.”
Explica Zapirain que el día que hizo esta foto llovía mucho y soplaba un viento muy fuerte. “El objetivo se mojaba constantemente”, añade. “Por lo demás, el ambiente y las condiciones de luz eran muy buenas. En bosques así, los días nublados son perfectos para mí.”
También cuenta el por qué de su predilección hacia estos bosques de hayas. Según Zapirain, constata en ellos un modo de vida hoy desaparecido y que ha sido responsable de sus formas actuales. En lugar talar los árboles tal y como lo hacemos hoy en día, los árboles fueron podados para preservarlos y mantener la integridad de los bosques a través de las siguientes generaciones. Los árboles han vuelto a crecer con troncos cortos y ramas espectacularmente largas, apuntando al exterior en diferentes ángulos, añadiendo un toque fantasmal a cada una de las fotos.
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