La artista italiana Anna Utopía Giordano ha elegido algunas de las grandes pinturas de desnudos del pasado y las ha retocado digitalmente para ver cómo serían si sus cuerpos se ajustasen al ideal de belleza del siglo XXI. Los resultados son reveladores en lo que respecta a nuestra actitud moderna sobre el cuerpo de las mujeres.
La Venus de Botticelli es bastante delgada para los estándares de los desnudos italianos renacentistas. Flotando en su concha frente a nosotros, parece perfectamente proporcionada. Así es . ¿Pero qué sucede si empezamos a jugar con una reproducción de esta pintura en el ordenador y reducimos su cintura para satisfacer las exigencias de una pasarela moderna o una revista? El resultado es chocante y grotesco. Nos damos cuenta de la distancia que separa a los ideales contemporáneos de la belleza respecto a las actitudes hacia el cuerpo en los grandes desnudos de arte, y de lo extraña y limitada que se ha convertido nuestra propia perspectiva .
Algunas personas dirían que una pintura como la Venus de Urbino de Tiziano es una indulgencia pornográfica destinada a satisfacer a los príncipes del Renacimiento de una manera tosca y carnal. Hay bastante de verdad en esto – cuando años más tarde Tiziano estaba trabajando en un desnudo aún más sensual, el mecenas le indicó que «hiciera la Venus de Urbino pero con la mirada de una monja». Pero si las pinturas carnales pertenecen a la clase alta del erotismo, este experimento digital muestra que ofrecen una visión mucho más amplia, humana y natural de lo que se presenta como sexy en los anuncios hoy en día. Si la comparamos con la versión «delgada», la Venus de Urbino original tiene mucha más carne. Un amigo de Tiziano, el escritor Aretino, dijo que a los hombres venecianos (como el propio Tiziano) les gustaban «la tetas y los culos y la carne suntuosa».
De hecho, existen desnudos renacentistas tan delgados que serían válidos para cualquier diseñador de moda actual. El pintor alemán Lucas Cranach el Viejo pintó desnudos sorprendentemente delgados y de cintura estrecha. Cranach era amigo de Martin Luthero, y ambos creían que el cuerpo sea un recipiente para el pecado. Los sensuales italianos, en cambio, tenían una idea más abundante y generosa de la belleza.
Fuente: The Guardian
Mola, me acabo de dar cuenta que en el pasado las mujeres tampoco tenían pelos en los sobacos ni felpudo en la entrepierna
El concepto de lo que es estético en el cuerpo humano a ido variando con el tiempo. Si los desnudos elaborados por los maestros del Renacimiento experimentaran este tipo de variación, dejarían de ser el reflejo de su tiempo y pasarían a ser pinturas hechas en el siglo XXI con una fuerte influencia Renacentista; es decir, una suerte de NEOCLASISISMO POST – CONTEMPORANEO, con el perdón de los puristas del lenguaje. Dicho de otro modo, ya no serían pinturas renacentistas. y aun cuando estarían sujetas a críticas muy ácidas, también ganarían adeptos pues estas responderían al concepto actual de lo que es estético en el cuerpo femenino.
La estética es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la manera en la que el razonamiento del ser humano interpreta los estímulos sensoriales que recibe del mundo circundante. Un Mundo evolucionante y cambiante.
Sin embargo, hoy en día se habla de revolución somatoplástica, una metáfora que permite entender las intrincadas interacciones entre ciencia y tecnología y las nuevas pautas culturales respecto al cuerpo. El cuerpo humano ha dejado de ser nuestra realidad material dada a convertirse en una realidad modificable. La idea principal de este cambio de paradigma es que el cuerpo humano es una realidad plástica modificable en su totalidad, tanto interna como externamente, constituyendo el fundamento de la identidad y de los proyectos personales. Esta revolución significa que podemos controlar y modificar nuestro propio cuerpo, en muy diversos aspectos, imponiéndonos así sobre nuestra evolución biológica e influyendo muy activamente en el resto de la biodiversidad.
Seguiremos
Saludos
DE TERROR SOLO UNA MENTE ENFERMA PUDE MUTILAR ,LO QUE QUEDA ES COMO UNA CIRUGIA DE NARIZ NADA QUE VER CON LA CARA ME DA ASCO
ATACAR LA ESENCIA ES UN ABORTO ES UN SACRILEGIO
CARLOS