Un museo (del latín musēum y éste a su vez del griego Μουσείον), el lugar de las musas, es una institución pública o privada que exhibe contenidos con un valor cultural. Los museos exhiben colecciones, es decir, conjuntos de objetos e informaciones que representan algún logro de la existencia humana. Así que cuando vamos a un museo estamos acostumbrados a visualizar propuestas de diversas técnicas artísticas en el sentido tradicional; como la pintura, la escultura, el grabado, la escultura, etc…Sin embargo uno no se imagina llegar a un museo que mide cerca de 2 hectáreas ni mucho menos que en la exposición lo único que se muestre sean árboles.
La idea de construir un Museo de árboles se le ocurrió al arquitecto paisajista Enzo Enea, cuando comenzó una pequeña colección de árboles de distintas especies recolectados al rededor de todo el mundo. El museo incluye 50 especies diferentes situadas en el lugar en el que se asentaba un monasterio del siglo XIV, algunos de ellos 130 años de edad. Los árboles han sido recogidas por el propio Enzo durante los últimos 17 años, muchos de ellos rescatados de las amenazas de la construcción o expansión urbana. han. La colección incluye más de 2.000 especies en un parque de 2,5 hectáreas, a las cuales se les adaptaron muros de piedra arenisca que enmarcan los árboles y generar espacios zen como para contemplar la belleza de la «exposición», formando así instalaciones en un paisaje natural donde crecen los árboles al aire libre.
El museo ha sido diseñado y construido por el arquitecto paisajista suizo Enzo Enea con la ayuda de Chad Oppenheim (Oppenheim Architecture + Design OAD) en Rapperswil-Jona, cerca de Zurich, en Suiza. Este museo se encuentra al lado de la sede de Enea Garden Design diseñada por el arquitecto Chad Openheim. Ambos arquitectos comparten el deseo de generar una arquitectura que permita acentuar los jardines y las vistas de los alrededores y aumentar el aprecio por la naturaleza, por lo que fue muy natural trabajar en este proyecto. Siempre intentan crear un espacio para que la belleza del mundo natural ocupe un lugar central. Piensan que no es necesario enfocar la energía del edificio para aumentar la experiencia del lugar cuando se celebra el poder elemental del cielo, el agua y los ecosistemas circundantes. Si algún día pasáis por Zurich, merece la pena visitar este lugar.
Via e-architect
Imágenes © Enea
Maravilloso! Un merecido respeto a quienes nos ayudan a vivir. A sentir alegria y el amor hacia la natura. Me inclino ante este Sr. Arquitecto Enea y le doy gracias por esta majestuosa obra viva, que deleitara por mucho tiempo a quienes aman la naturaleza, como la suscrita. Que planta sobre pequenas areas sobre lo que fue desierto en Egipto.
Gracias por tu comentario Karin. Tb es importante lo que tú haces: Plantar árboles en zonas desérticas. Mis mejores deseos para la gente que lo valora.
Saludos
Saludos,extraordinaria iniciativa,solemne,grandiosa,mística,es mi sueño y me satisface saber que usted lo logro,Dios bendiga su talento y victoria,ha triunfado el amor y la perseverancia,me inspira su obra y me reafirma que es posible y necesario soñar :FELICITACIONES¡¡¡ Un GRAN ABRAZO DESDE VENEZUELA.
Gracias por el comentario. Espero que cunda el ejemplo y se creen iniciativas similares en otros lugares.
Saludos